"Caos Universal" Ser Jimena Sanchez

-Petición 5-

La crisis del Caos Universal había dejado a muchas personas varadas en cuerpos distintos, lamentablemente para las  mujeres era lo peor que podía resultar para ellas pues la mayoría terminaba en cuerpos indeseables, algunas más famosas por ejemplo que fueron las que más padecieron, Francisco por su parte, uno de los más afortunados del mundo, quizás  no tanto, de Latinoamérica, el desgraciado era un chico mal cuidado, regordete a medida de un obseso sin conciencia, el chico era de esos que se la pasaba en su cuarto a todas horas jugando, no hacia ni ejercicio y por lo regular si no es que casi siempre se daba placer a sí mismo, no nos olvidemos de estas condiciones, las cuales le hacen ser un chico aún más pedante, pero más aún es el que tenía  pensamientos machistas obscenos al grado de que ni su madre le aguantaba, por otro lado, veía las mujeres de la televisión, más que como deseo las miraba con rencor, para el eran todas unas perras malditas que solo satisfacían al hombre por tener ese culo  tetas artificiales que les pagaban los dueños de las cadenas televisivas tan solo para no perder rating, Francisco era de esos chicos detestables que decían una y sin mil cosas ofensivas a las mujeres, más que nada porque serian esas mujeres las que jamás se fijarían en un  tipo tan asqueroso, Jimena Sachez, la ya multiconocida por todas las caps del universo de las comunidades cambioparlantes, era esa típica chica de la cual Francisco odiaba, no solo porque ni siquiera sabía un trozo de deporte, sino porque parecía toda una puta en el escenario, una chica que siempre cuidaba de su imagen y que todavía para más enojo de la audiencia ni siquiera se hacía de un novio al menos conocido, su vida podría decirse que era patética si quitamos sus tetas infladas, su culo que si bien trabajado por el gimnasio algo condimentado con esas proteínas de gimnasios caros, todo eso que la hacía ser Jimena Sanchez, Francisco se despertó en medio de la noche, su corazón latía con miedo pues había soñado algo traumático, pues se imaginaba dentro de la vida de una de esas pirujas de televisión, algo extraño a decir verdad, pero más extraño cuando se levantaría con un poco de movilidad lejos de ese cuerpo obseso que no le dejaba ni caminar, no noto la diferencia entre los senos artificiales que ahora tenía con sus senos de líquido retenido por la grasa de su gordura, tan solo le incomodo el extenso cabello que ahora le colgaba, Francisco se levantó de una vez por todas sintiendo que en efecto su cuerpo no era el mismo per aún estaba oscuro para averiguar de qué se trataba, encendió la luz del cuarto apenas la encontró,, miro todo a su alrededor siendo que este no era su cuarto más bien parecía el de una chica en una habitación lujosa, analizo el cuerpo que tanto le era indiferente encontrándose con algo lejos de un cuerpo gordo, si no uno tonificado, uno sensible, uno de chica por si fuera poco, toco sus tetas desinteresándose bastante pues luego reconoció que no eran senos naturales, camino hasta el espejo esperando ver por fin su rostro el cual como efectivamente sucedió estaba deformado por las cirugías plásticas que la dueña anterior del cuerpo se había hecho, rápido reconoció que el cuerpo no era malo, pero se odio a si mismo por ser la tipeja que más corajes le causaba, ni siquiera le hizo chiste tener semejante cuerpo para tocarse pues ni siquiera sentía nada con todas esas operaciones que tenía en ese cuerpo, “realmente esto es una mujer sexy” se preguntaba, por otro lado estaba asustado, pensaba que de ser una mujer preferiría la muerte o al menos un cuerpo lindo de una chica natural aunque estuviera plana, pero ser esa aberración de operaciones no le era agradable, investigo más haya pues se enteró de que el Caos Universal había dejado a miles de personas con otros cuerpos, no había solución para ello, Francisco se decepciono mucho, no quería estar en ese cuerpo ni un segundo más, tan tolo lo único que disfrutaba apenas podía era de su nueva vagina, “al menos eso es lo único que ese cuerpo no tenía un implante” pensaba, el tiempo transcurrió, Francisco no tuvo opción más que seguir con la vida de Jimena pues tenía un contrato que si bien a pesar del cambio que se sucinto no había leyes para proteger los contratos y por ley debía ser Jimena o iría a la cárcel, también le vigilaron por si amenazaba con suicidarse ya que dejo muy en claro sus ganas de quitarse la vida pues el cuerpo al que todos veían tan sexy le daba asco, deseaba la forma de que las perdonas pudieran saberlo, no todo es lo que parece, unas tetas y un cuerpo bonito no lo es todo.