-Petición 20-
Chelsea
caminaba desorientada, se había implementado a sí misma un programa de concientización,
ella era psicóloga, notando que en un mundo alterno donde los hombres buscan
ser del sexo femenino provee de ser un
buen negocio, Chelsea tenía en su cuerpo o más bien en su cerebro el subconsciente
de Michel, el hombre de 45 años a quien trataba, el hombre tenía un complejo
femenino muy alto pero su vida ya era bastante extensa para someterse a una feminización,
misma que la psicóloga entendía y por lo
tanto luego de ya muchos casos estructuro ese programa en el que mediante
hipnosis y una potente droga legal, podía transferir una parte neuronal con
choques eléctricos leves al cuerpo de una persona B, en este caso Chelsea al
ser la pionera e iniciadora se sometió a si misma al tratamiento ayudando a
Michel, el en su cuerpo comenzó a actuar de formas inesperadas, le había
engañado a Chelsea sobre sus gustos tan solo para meterse en su cuerpo, el llevaba
acosándola desde hace mucho tiempo, Chelsea consiguió conectarse con el hombre
para después ser manipulada por él, sus gestos se pronunciaban más que los de
ella sobre su rostro volviéndose cada vez más perversa, sus manos se ponían en sus
pechos muchas veces forzando al otro a no hacerlo, pero el cuerpo de Chelsea no
aguantaba ambos subconscientes dentro y solo dejo a cargo al subconsciente con
la energía más fuerte que era Michel, Chelsea perdió el control de lo último
que le quedaba de su cuerpo para solo ver después que hacia Michel con el
siendo este más libre de moverse con el sexy cuerpo de Chelsea, la mujer
solo podía hablar entro de su mente,
Michel le escuchaba pero le ignoraba siguiendo el juego de ser la psicóloga, trato
a muchos pacientes sobre todo mujeres con supuestos tratamientos de sexo que
diagnosticaba a las chicas solo para tener sexo lésbico con ellas
aprovechándose de la situación, aunque las chicas salían desconcertadas por el tratamiento
sexual que la psicóloga les daba
regresaban por órdenes de la misma la semana siguiente, pero eso después
cambio pues a parecer salían cada vez más satisfechas de sus consultas,
mientras la pobre Chelsea no conseguía que su cuerpo respondiera a sus órdenes.
Que sexy historia
ResponderBorrarHola descubriendo el blog, saludos
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